Luego de que el Senado de la República aprobara, con la mayoría de Morena y sus aliados, la implementación de impuestos específicos para los videojuegos con contenido violento, el panorama ha cambiado drásticamente. Esta mañana, durante su conferencia matutina, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció un paso atrás y no aplicará impuestos a videojuegos violentos en México, la cual estaba prevista para entrar en vigor el próximo 1 de enero de 2026.
La decisión responde a la complejidad técnica que representaba clasificar el software bajo estos criterios. En palabras de la mandataria: “Es muy difícil distinguir entre un videojuego que tiene violencia y uno que no, entonces, ¿cómo le vas a poner un impuesto?”. Con este argumento, la administración federal detiene el cobro adicional que se planeaba aplicar a este sector del entretenimiento.
“Es muy difícil distinguir un videojuego que tiene violencia y uno que no. Entonces, ¿cómo le vas a poner un impuesto? ¿Quién va a dictaminar esa circunstancia? Tomamos la decisión de que no se cobre el impuesto, y más bien hacer campañas para los jóvenes y adolescentes sobre dónde te pueden llevar estos videojuegos. Muchos de ellos son en línea y generan una adicción al videojuego. Cuesta dinero y promueve conductas de violencia”.
El cambio de estrategia: concientización en lugar de recaudación
Originalmente, la reforma buscaba gravar los títulos considerados violentos, pero la dificultad para establecer una línea clara entre géneros y contenidos hizo que la propuesta fuera inviable para fines fiscales. En lugar de la carga impositiva, el gobierno ha anunciado que pondrá en marcha campañas de concientización enfocadas en el consumo de estos títulos.
Este nuevo enfoque tendrá los siguientes puntos clave:
- Foco en sectores vulnerables: Las campañas estarán dirigidas principalmente a jóvenes y adolescentes.
- Prevención de riesgos: Se buscará informar sobre las posibles “adicciones” y el impacto del consumo excesivo de este tipo de contenidos.
- Alternativa educativa: El objetivo es sustituir la medida recaudatoria por una estrategia de salud pública y educación digital.
Con este anuncio, la industria de los videojuegos y los consumidores en México reciben un respiro de cara al presupuesto de 2026. La medida evita un aumento directo en los precios de los títulos físicos y digitales, dejando la responsabilidad del consumo en la educación y la supervisión familiar en lugar de en el bolsillo del usuario.
El anuncio de implementar impuestos específicos a los videojuegos generó, desde su origen, una serie de reacciones y campañas en contra de la medida. Una de las figuras más visibles en esta resistencia fue la diputada Iraís Reyes de la Torre, integrante del partido Movimiento Ciudadano, quien a mediados de octubre inició un movimiento para frenar lo que consideraba una política de censura y una carga fiscal injusta para los usuarios.
Iraís Reyes de la Torre.
“Game over a la censura. No a los impuestos absurdos. Nadie se hace violento por jugar, ni se vuelve criminal por sobrevivir al apocalipsis en The Last of Us. Nadie termina en la delincuencia por lanzar un Fatality en Mortal Kombat. La ficción no produce delincuentes”.
Bajo el nombre de "Game Over", la campaña buscó movilizar a la comunidad y cuestionar los fundamentos de la reforma sugerida por la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum. Durante sus intervenciones, la legisladora fue enfática al señalar que la violencia en el país no tiene una relación directa con el entretenimiento digital, asegurando que "nadie se vuelve narco por atrapar pokémones".
Imagen | Kelly Sikkema
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