El CEO de Starbucks se "pone la camiseta" y regresa a la oficina, solo que lo hace en su jet privado con viajes de 1,600 kilómetros

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Ismael Garcia Delgado

Editor Jr

Comunicólogo y Periodista por la UNAM. Redactor, locutor, guionista y creador de contenido. Apasionado por la música ochentera, el cine de acción/sci-fi, series dramáticas y la literatura hispana. Fiel defensor del séptimo arte mexicano.

Posterior a la pandemia de 2020, el trabajo a distancia tomó dos rumbos: volver de manera presencial al 100% o laborar bajo un esquema híbrido. Dentro de este segundo rubro se encuentran los empleados de las oficinas centrales de Starbucks, quienes desde 2023 se les designó acudir al menos tres veces por la semana. Incluido el propio CEO de la compañía: Brian Niccol.

Ahora bien, la diferencia entre los trabajadores "comunes y corrientes" y Niccol no solo es la brecha salarial, sino también la distancia que el egresado de la Universidad de Miami tiene que recorrer para llegar: unos 1,600 kilómetros. Pero claro, con sus respectivas ventajas de quien percibe 1.6 millones de dólares anuales.

¿Por qué tan cerca? Resulta que tal recorrido se debe al viaje que debe realizar desde Newport Beach, California, hasta Seattle, Washington. En la primera ciudad se encuentra la residencia de Niccol, mientras que en la segunda la sede de Starbucks.

Puede pensarse que, al ser el CEO de la compañía, optó por mudarse a Washington para estar más cerca de la oficina principal. Sin embargo, no es así. De acuerdo con la carta de oferta, se estipula lo siguiente:

"Durante su empleo en la compañía, no se le pedirá que se traslade a la sede central de la empresa (actualmente en Seattle, Washington). Acepta desplazarse desde su residencia a la sede de la empresa (y realizar otros viajes de negocios) según sea necesario para desempeñar sus funciones y responsabilidades".

Ya no pasa la combi. Queda claro que viajar en coche de Newport Beach a Seattle tres veces por semana no es una opción práctica. Pero en la posición de Niccol esto no representa un inconveniente ya que la oferta incluye un asistente, la instalación de una oficina remota y el uso del avión corporativo.

Este último beneficio se le otorgó con el fin de realizar viajes relacionados con el negocio, desplazamientos entre su residencia y la sede central en Seattle, así como también para viajes personales. Siempre y cuando se ajusten a las políticas de la compañía y no superen un límite de 250,000 dólares al año.

"La oficina principal de Brian y la mayor parte de su tiempo lo pasará en nuestro Centro de Apoyo de Seattle o fuera visitando a socios y clientes en nuestras tiendas, tostaderos, instalaciones de tostado y oficinas de todo el mundo [...] Su horario superará las directrices de trabajo híbrido y las expectativas del lugar de trabajo que tenemos para todos los socios".
Portavoz de Starbucks para la CNBC.

Un cambio no tan radical. Vale la pena recordar que dentro de la trayectoria de Niccol se encuentra su posición como CEO de Taco Bell cuya sede le quedó a solo 15 minutos en coche de su casa. Allí, mantuvo una proximidad cómoda entre trabajo y residencia. Cuando asumió el liderazgo de Chipotle en 2018, se enfrentó a una mayor distancia, ya que las oficinas centrales de la empresa se encontraban en Denver. A 1,600 kilómetros de su hogar.

Este caso destaca por una razón evidente: expone las marcadas desigualdades en términos de negociación entre un ejecutivo de alto rango y un empleado común, especialmente en aspectos como la flexibilidad laboral, el teletrabajo y los beneficios relacionados con el traslado.

En contraste, los empleados de menor rango a menudo enfrentan desafíos como la necesidad de mudarse a otra ciudad, residir en ciertos barrios, renunciar a oportunidades de acenso o asumir altos costos y horas de transporte.

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