Científicos del Instituto de Geofísica de la UNAM lograron imágenes detalladas de dos de las tres cámaras de magma del Popocatépetl. Este hito fue posible gracias al uso de un modelo de IA entrenada para reconocer y diferencias los distintos tipos de sismos que ocurren en el volcán, lo que permitió elaborar una tomografía de su estructura interna.
Durante la presentación de los resultados de su estudio, publicados en Journal of Volcanology and Geothermal Research, Karina Bernal Manzanilla, doctorante del programa en Ciencias de la Tierra, explicó que analizaron los registros sísmicos generados por el Centro Nacional de Prevención de Desastres entre 2019 y 2024, complementado con datos previos.
Así funciona "Don Goyo"
Durante la conferencia Avances en la tomografía sísmica del Popocatépetl a partir de catálogos automáticos, Bernal Manzanilla dijo que los estudios previos sugirieron la existencia de tres reservorios de magma. Debido a esto fue posible ver dos reservorios de magma ubicados más cerca de la superficie.
La investigadora explicó que el material magmático se encuentra estancado en forma cristalizada en el interior del volcán, pero ocasionalmente suele recalentarse. Agregó que las emisiones del volcán demuestran que parte del contenido se mueve todos los días. Esto permitió pensar en dos escenarios: o bien existe actividad en niveles más profundo, o bien hay algún mecanismo interno que le permite volverse líquido y gaseoso otra vez para reactivarse.
De acuerdo con el equipo, encabezado por Marco Calò, es posible que ambos procesos ocurren constantemente; sin embargo, no es posible visualizarlos mediante tomografías. Esto debido a que la tercera cámara magmática se encuentra en un nivel más profundo, y para poder conocer su interior se requiere de otros sistemas de monitoreo.
Entrenando a la IA para reconocer sismos
En julio, los científicos explicaron que para estudiar el volcán emplearon dos métodos distintos: la interferometría sísmica que usa el ruido sísmico ambiental y el entrenamiento de un modelo de IA para que fuera capaz de identificar y diferenciar las pequeñas señales sísmicas generadas en el interior del Popocatépetl.
El equipo espera que en el futuro se pueda integrar la IA al monitoreo del volcán. Esto podría ser de gran ayuda para el CENAPRED, pues al automatizar este proceso, la computadora puede trabajar las 24 horas del día sin cansarse, lo que ofrece la oportunidad de realizar un monitoreo mucho más constante y detallado.
Los investigadores también se proponen analizar la cantidad de energía que pierden las ondas sísmicas mientras ascienden a la superficie. Dicho parámetro permitirá confirmar si las zonas más calientes del interior del volcán coinciden con la tomografía generada gracias al modelo de IA entrenado por Bernal Manzanilla: "Si un material está demasiado caliente, las ondas pierden más energía que cuando está frío".
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