Así fue como por primera vez científicos le devolvieron la memoria a un ratón amnésico

Así fue como por primera vez científicos le devolvieron la memoria a un ratón amnésico
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Por primera vez se ha logrado suprimir y después recobrar la memoria de un animal, ratones con amnesia fueron capaces de recordar un entrenamiento específico después de ser estimulados con luz azul. Es realmente asombroso, pero lo más importante es que este estudio sugiere que en algunos casos, la memoria que se pierde por un trauma cerebral, podría estar aún presente en el cerebro humano.

La amnesia viene en muchas formas, en ocasiones, la gente tiene problemas para formar una memoria después de una herida cerebral, otros no pueden recordar eventos que los llevaron a ese accidente cerebral, esta última recibe el nombre de amnesia retrógrada, y justamente es la que ha sido estudiada por los investigadores, que querían descubrir si podrían recuperar memorias perdidas, del tipo de las que no suelen recuperarse.

Ese "toque" en el pie, causaba que el ratón se paralizara de miedo

Para hacer esto, investigadores del MIT entrenaron dos grupos de ratones para asociar una descarga eléctrica de mediana intensidad a su pie, con un ambiente específico llamado Cámara A. Ese "toque" en el pie, causaba que el ratón se paralizara de miedo; eventualmente, el solo hecho de poner al ratón en la Cámara A, desencadenaba esta respuesta, sin que hubiera una descarga eléctrica presente.

Cuando los investigadores proyectaron una luz azul en esas neuronas, activaron la memoria

Durante esta fase de entrenamiento, los investigadores identificaron qué neuronas estaban activas mientras el ratón aprendía a temer la Cámara A. Los científicos etiquetaron estas células con una proteína sensible a la luz azul, lo hicieron "de contrabando" utilizando un virus diseñado para encontrarlas. Cuando los investigadores proyectaron una luz azul en esas neuronas, activaron la memoria, provocando que el ratón se paralizara nuevamente, aunque estuviera en un ambiente neutral.

El uso de la luz azul para activar ciertas células se conoce como "optogenética", es la misma técnica que fue utilizada hace algunos años por el mismo grupo de investigadores para implantar memorias falsas en ratones, pero utilizarla para recuperar una memoria que ya se había formado, es completamente nuevo.

¿Cómo controlar la memoria?

Una vez que los dos grupos de ratones se han entrenado adecuadamente, los investigadores inyectaron un grupo con un medicamento llamado anisomicina, que inhibe la formación de memoria. Al segundo grupo le fue administrada una inyección de solución salina. Después los investigadores, pusieron ambos grupos en la Cámara A. Aquellos ratones que recibieron el medicamento, no se paralizaron, ya que no estaban temerosos de la Cámara A, pero los que recibieron solución salina, continuaban con la conducta paralizante en la Cámara A.

Aquellos ratones que recibieron el medicamento, no se paralizaron

En este punto, los investigadores estaban seguros que los ratones del primer grupo estaban mostrando amnesia retrógrada, simplemente, se les había olvidado el entrenamiento. Así que los científicos decidieron activar las neuronas una vez más, utilizando luz azul. Notablemente, trabajó, los ratones amnésicos se paralizaban en un ambiente neutral como lo hicieron anteriormente, y la memoria que regresó a estos roedores era tan fuerte como la que tenían los ratones tratados con solución salina.

La memoria que se perdió por la amnesia retrógrada, no se destruyó dentro del ratón. En palabras de Tomas Ryan, neurocientífico e investigador del MIT:

Aún podemos recuperar la memoria activándola directamente en el cerebro.

Por su parte Yave Lozano, neurocientífico del University College London comenta:

No me imagino que es lo que han hecho mejor. Sin embargo, el trabajo demuestra que es posible reactivar la memoria del miedo que había sido bloqueada.

Recuperando la memoria

Los investigadores no se quedaron con esos resultados, querían encontrar por qué los ratones habían podido recuperar su memoria, así que regresaron a las neuronas marcadas. Observar los cerebros de los ratones entrenados, les permitió encontrar que las conexiones entre las neuronas marcadas en el hipocampo, se habían fortalecido gracias al entrenamiento y el etiquetado de las células, esto permitió que la recuperación de la memoria fuera mucho más fácil después de ser activadas con la luz azul.

Las neuronas crean una red que se distribuye en muchas áreas del cerebro

Sin embargo, esto no explicaba dónde se había almacenado esa memoria mientras tanto, así que los científicos empezaron a pensar si se había codificado en la manera en que interactuaban las células marcadas, llegaron a la idea de que las neuronas crean una red que se distribuye en muchas áreas del cerebro, así que comenzaron a buscar más allá de la región del cerebro que habían marcado.

Eventualmente, su búsqueda los llevó a darse cuenta que las neuronas marcadas en una parte del hipocampo estaban conectadas fuertemente a otra parte del hipocampo y este patrón de conectividad fue lo que sobrevivió al tratamiento con el medicamento. Cuando extendieron más su búsqueda, se dieron cuenta que otras regiones del cerebro, incluida la amígdala, donde se encuentran las memorias asociadas con el miedo, también estaban involucradas en esta red. Los científicos entonces fueron capaces de recobrar la memoria por las otras conexiones que se hicieron en el cerebro - que no fueron afectadas por el medicamento, pero que eran inaccesibles sin el tratamiento de la luz azul - ya que estaban guardando información asociada también al entrenamiento con las descargas eléctricas. En palabras de Ryan:

Lo que pensamos es que cuando activamos las neuronas marcadas, pudimos activar todo el circuito de ese recuerdo. Tenemos razones poderosas ahora para creer que el almacén de la memoria - es decir, el almacén de la información de la memoria en sí - está codificado a través de patrones de conectividad de neuronas por todo el cerebro.

Si estos hallazgos permanecen vigentes para futuros estudios, es posible que tengan un gran impacto en la investigación de la memoria que ya se está llevando a cabo. Pero este trabajo no estará disponible para ayudar a personas que estén sufriendo o sufran a corto plazo de amnesia retrógrada o mal de Alzheimer, Ryan nos explica el por qué:

Es muy difícil hacer esto en humanos, en primera por razones éticas - el trabajo es invasivo - pero también porque etiquetamos las memorias en el cerebro antes de que seana prendidas. Esto quiere decir que si los investigadores quierren recuperar una memoria, tendrían que estar presentes cuando la memoria se forme

Por supuesto, esto no implica que la información no sea valiosa y útil ya que el estudio nos da información importante acerca de los mecanismos detrás de la amnesia retrógrada, y tal vez sea un atisbo de esperanza para quienes sufren de ella. El cuerpo humano sin duda es maravilloso y al mismo tiempo un enigma, pero cada vez que nos acercamos más a su comprensión, también aumenta nuestra capacidad de maravillarnos ante él.

Vía | Science
Imagen | AP

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