El gobierno de Xi Jinping dará ayudas a los ciudadanos chinos que quieran comprar un automóvil nuevo. China planea otorgar aproximadamente 1,400 dólares (23,773 pesos con el tipo de cambio actual) con el motivo de incentivar el cambio de vehículos viejos por modelos más nuevos, en particular, eléctricos.
Así lo reporta The Wall Street Journal, en donde mencionan que los subsidios durarán hasta finales del presente 2024, de acuerdo con información del Ministerio de Comercio de China.
Este nuevo incentivo para incrementar las ventas internas de automóviles eléctricos chinos llega después de una caída del 1.5% interanual en las ventas del ramo durante el pasado abril. Además, también surge apenas mes y medio después de que China presentase una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por los subsidios estadounidenses a los vehículos eléctricos y el incremento en los aranceles por la importación de modelos chinos.
No es un secreto que Estados Unidos está en un activo combate económico contra China. El gigante asiático también se ha enfrentado con la Unión Europea, pues el viejo continente también está considerando imponer nuevas tarifas a los vehículos eléctricos chinos. Esto solo refleja la preocupación china por mantenerse como los principales competidores de automóviles eléctricos dentro del mercado global.
Sin embargo, que China se preocupe por su mercado interno de autos eléctricos tiene precedentes que datan entre 2009 y 2010. Por aquellos años, el país presidido por Xi Jinping implementó un programa de subsidios similar para el intercambio de automóviles con el fin de estimular el consumo interno y apoyar su industria automotriz durante la crisis financiera global.
Este programa fue considerado exitoso en el sentido de que sí logró aumentar las ventas de automóviles. Con el reciente programa, China buscará nuevamente reavivar el flujo económico del sector automotriz. Después de todo, este país tiene una importante presencia mundial en el mercado de vehículos eléctricos y híbridos.
No es una solución completa
De acuerdo con una cita de Tommy Xie, economista de OCBC Greater China, recopilada por The Wall Street Journal: "la actualización de equipos y el intercambio de bienes de consumo no son una panacea para resolver los problemas estructurales de China". Esta medida no parece ser la solución total para suprimir la disminución en las ventas internas de automóviles, pero puede ser un gran parche que dé tiempo al gobierno chino de encontrar nuevas vías que los lleven al equilibrio económico.
Solo el tiempo podrá revelar si China logrará recuperar el ritmo financiero de su mercado de vehículos eléctricos, así como si su presencia en el tablero global seguirá siendo de líder o si los aranceles terminarán bloqueando cada vez más la entrada de modelos fabricados en su país. Lo único seguro es que la guerra comercial continúa y no parece que terminará pronto.