El sábado 18 de mayo de 2024, una bola de fuego de color azul verdoso iluminó los cielos de España y Portugal. Inicialmente, se clasificó como un meteorito; sin embargo, en realidad era parte de un cometa.
Este evento fue captado tanto por las cámaras de aficionados como por las de agencias espaciales, entre ellas la Agencia Espacial Europea (ESA). Tras unas horas de su reporte, la ESA corrigió su origen, dando detalles de su trayectoria y estimaciones de dónde había terminado su recorrido.
La agencia espacial indicó que no era un meteorito, sino un "pequeño trozo de cometa", similar a los que generan las lluvias de estrellas.
La diferencia entre cada concepto
Antes de avanzar, conviene explicar algunos términos.
Se le llama meteorito únicamente a aquellos fragmentos de roca que alcanzan la superficie de la Tierra, es decir, a los que no se desintegran por completo en la atmósfera.
Luego están los meteoros, que son fenómenos luminosos en los que los meteoroides atraviesan la atmósfera terrestre, pero que terminan desintegrándose. Estos meteoros dejan una estela persistente y visible, también conocida como "lluvias de estrellas" o "estrellas fugaces".
Por último, están los meteoroides, es decir, aquellas partículas de polvo, hielo y rocas de hasta decenas de metros que tienen su origen en el paso de algún cometa o restos de formación en el Sistema Solar y que se encuentran flotando en el espacio.
Los meteoros tienen algunas características interesantes, pues se queman por efecto de la fricción con la atmósfera terrestre. Se suelen originar tanto de partículas que comparten una misma órbita alrededor del Sol (las lluvias de estrellas que conocemos por temporadas) como de partículas solitarias y aleatorias que pueden generar meteoros esporádicos.
Estudiando sus colores
Meteoros como el que pasó por Europa el 18 de mayo son bastante interesantes de analizar, ya que cuando se queman revelan su composición a través de sus colores.
En este caso, al tener destellos azules y verdes, indicaba que tenía restos de magnesio, un elemento encontrado en meteoritos conocidos como "palasitas".
Estos meteoritos contienen grandes cristales de color verde oliva, que son una forma de silicato de magnesio, pero también de hierro, conocido como "olivino". Este material ya se ha encontrado en Marte por el Perseverance y tras la erupción del volcán La Palma.
Entre los elementos que pueden tener los meteoroides, y los colores que generan son:
- Amarillo anajanjado para sodio
- Amarillo para hierro
- Azul-verde para magnesio
- Violeta para calcio ionizado
- Rojos para nitrógeno atmosférico
De este fenómeno no hay mucha información, aunque sí hay algunos detalles interesantes: su velocidad era de 162,000 kilómetros por hora (45 km/s) antes de quemarse sobre el Océano Atlántico, a una altitud de aproximadamente 60 kilómetros.
Eso sí, la ESA no es muy optimista de que algún fragmento haya sobrevivido e indica que "la probabilidad de que se encuentren meteoritos es muy baja". Sin embargo, es posible que algunos aficionados y expertos continúen analizando su trayectoria para descartar cualquier posibilidad.
